jueves, 11 de noviembre de 2010

EEUU - Aspen - Poquer de Montañas



ASPEN (Colorado).- Un extraordinario complejo con cuatro montañas preparadas para el esquí de alta competencia en sus más diversas formas puede resultar intimidante para aquel turista que sólo ha visto tanta nieve junta en algún recordado viaje de egresados a Bariloche o gracias a alguna nevada inesperada de esas que sorprenden a Buenos Aires cada medio siglo.
Pero aquí, en esta idílica ciudad de 6000 habitantes en la que famosos, deportistas, empresarios y miembros del show business mundial se cruzan casi a diario, todo parece preparado para que nadie se quede sin el placer de deslizarse entre las montañas y sentir una sensación similar a la de volar en libertad, desde los imponentes picos nevados.
Desde la llegada al pequeño pero moderno aeropuerto local, donde aterrizan aviones privados y comerciales de hasta sesenta pasajeros, el aire parece hacerse más limpio y respirable. Claro que, a poco de llegar al hotel, el esquiador primerizo debe repasar si no se ha olvidado de nada. Camisetas, medias y calzas térmicas, guantes, antiparras, pantalones de esquí, borcegos y una campera polar componen la indispensable indumentaria que nos permitirá dar los primeros pasos en la nieve sin peligro cierto de congelamiento.
Los miedos de principiante se van diluyendo al ingresar en el apasionante mundo de Aspen, antiguo pueblo minero reconvertido en atracción turística visitada, en primer lugar, por australianos y brasileños, pero también alemanes, italianos, y una nada despreciable cantidad de argentinos, que van desde jóvenes que se emplean en los complejos turísticos hasta familias dispuestas a unas vacaciones diferentes.
Cruzarse con Jack Nicholson, Martina Navratilova o Kevin Costner en un bar o un centro de esquí puede ser una anécdota adicional.
Cuatro picos
Todo es, aquí, organizado y sencillo; al estilo norteamericano. Las cuatro montañas se comunican por vía terrestre y están a pocos minutos una de la otra. Un solo pase ( lift ticket ) permite acceder a las aerosillas y los centros de esquí. Como para ahorrarnos trámites y burocracia innecesaria.
El primer día, por lo general el más difícil, se inicia en Snowmass, la más grande y a la vez la más amigable de las montañas del complejo, denominado aquí como Aspen Snowmass. Es que allí, entre las 91 pistas repartidas en 1267 hectáreas, se encuentra el programa M agic begginers, que ayuda a los neófitos en sus primeros pasos sobre la nieve.
Todo está planificado hasta el detalle. Desde ponerse las pesadas botas y retirar los esquíes en los hoteles cercanos hasta la paciencia de los instructores a la hora de repasar, una y otra vez, los tips que permitirán, en pocas horas, progresiva independencia y autonomía.
Luego de subir en telesilla unos mil metros, Karen, una de las experimentadas instructoras del lugar, comienza con los consejos útiles: mirar siempre hacia adelante, nunca a los esquíes; una pequeña abertura de piernas sin que los esquíes se toquen, el cuerpo inclinado hacia adelante, pero sin poner todo el peso en las rodillas.
"Todo y al mismo tiempo. Sí, tu puedes", dice Karen, que con 42 años de enseñanza sobre sus espaldas inyecta optimismo luego de las primeras e inofensivas caídas. Siempre que se reserve con anticipación, las clases son accesibles en cuanto al precio y disponibilidad horaria. Y un aliciente al recién llegado: al igual que en las otras tres montañas, a las que se accede en bus gratuito desde los hoteles de 8 a 2 de la madrugada, en Snowmass hay refugios con galletitas, bebida caliente y gratuita para reponer fuerzas.
Luego de dos o tres días de práctica a doble turno en Snowmass, los principiantes pueden pasar al siguiente desafío. Se trata de Buttermilk, la montaña conocida en todo el mundo por ser sede de los Winter Games que televisa la cadena ESPN. Las pistas son sumamente amplias y abiertas, y pueden verse tanto avanzados como familias con niños disfrutando de la nieve.
Según explica Gregg, instructor que conoce a fondo las cuatro montañas, Buttermilk tiene unos 2000 visitantes por día, cuatro veces menos que Snowmass. "Después de cada caída, lo hacés mucho mejor", alienta Gregg luego de la enésima caída del iniciado en el inofensivo colchón de nieve. Restaurantes en la cima de la montaña con gran variedad de menús ayudan a reponer fuerzas y seguir adelante. Para quienes todavía no se sienten seguros, las aerosillas van y vienen a cada rato desde los picos nevados hasta tierra firme.
Aspen Highlands y Ajax
Las otras dos montañas tienen poco espacio para principiantes, pero vale la pena conocerlas. Aspen Highlands es la preferida de los locales y la que mejores vistas tiene. Desde ella se pueden observar los famosos Maroon Bells, escenario de muchas películas nacionales e internacionales.
Tiene otros atractivos adicionales: el Highland Bowl, a 3777 metros, es un terreno fuera de pista al cual se llega después de caminar 30 minutos y que es ideal -según los entendidos- para practicar free ride. Al pie de la montaña, cada tarde, las mesitas de los bares comienzan a poblarse, y suena la música country ante una multitud de caras enrojecidas y felices.
Aspen Mountain, también llamada Ajax por los locales, es la montaña que hizo famosa a la ciudad de Aspen. Sólo hay pistas allí para intermedios, avanzados y expertos en el arte del esquí y el snowboard. La adrenalina corre rápido en las pistas, entre árboles, bumps y pendientes. Aunque aquí sí pertenecer tiene sus privilegios: en esta montaña top no hay reservas por los próximos cinco años.
Además de conocer las cuatro montañas, el principiante aprende los secretos de un viaje cautivante. Sorprende, por cierto, la cantidad de alojamientos y la variedad de sus precios. Si bien es conocido como un destino exclusivo, Aspen no es sólo un lugar de esparcimiento para ricos y famosos. Además de los hoteles existen aquí los denominados condos (departamentos equipados con todos los servicios) accesibles para la familia, las parejas y los grupos de amigos.
Otra característica para destacar es la calidad de la nieve. En Aspen, según dicen los que saben, podemos encontrar la siempre requerida nieve en polvo. La respuesta está en la ubicación geográfica: en el centro oeste de Estados Unidos, lejos de los océanos y rodeado por la cadena de las Rocallosas, a Aspen no llega la humedad, por lo que la nieve es seca y en polvo, ideal para practicar esquí y snowboard.
Como en cada lugar turístico, los argentinos se hacen notar. No sólo famosos como el cantante Diego Torres, el ministro de Economía Amado Boudou o el jefe de gobierno Mauricio Macri, que saben y disfrutan del esquí en temporada. Son muchos los argentinos que llegan aquí y trabajan en los centros de esquí como instructores o simples facilitadores a la hora de colocarse las botas o los esquíes. Vienen en temporada para una experiencia exótica y muchos se terminan quedando, enamorados de la blancura de la nieve y la magia del complejo.
Por las noches, la intensa vida nocturna de Aspen ofrece distintas opciones: comer en Jimmy´s, tomar un trago en Elevation o en Hunter Bar (sus dueños son argentinos) son opciones céntricas. Eso sí: es recomendable acostarse temprano, si el objetivo es volar entre los bumps y los árboles de un destino que siempre será inolvidable.
Por Jaime Rosemberg 
Enviado especial 
LA LEYENDA DEL JEROME
ASPEN.- ¿El insondable misterio de lo antiguo o la opulenta novedad de lo nuevo? ¿Conviene ubicarse cerca de los centros de esquí o en el poblado?
Las respuestas van según el gusto del visitante. Es que la variedad de ofertas de alojamiento de este centro turístico puede resumirse en dos hoteles con distinta edad, pero parecido confort y calidad de servicio: el hotel Jerome, fundado en 1889 y reacondicionado a pleno en el centro de Aspen, y el Viceroy Snowmass, lujoso complejo de 173 habitaciones al pie de la Snowmass Village e inaugurado en diciembre del año último.
Fundado por Jerome B. Wheeler cerca de las montañas Rocallosas, el Jerome abrió sus puertas con un precio de 3 a 4 dólares la noche para hombres de negocios y asistentes a la ópera de la ciudad, a escasos trescientos metros. La influencia de la escuela alemana Bauhaus, que llegó aquí en los años cuarenta, comenzó a atraer artistas de todo tipo a la ciudad. El Jerome pasó a ser lugar de encuentro de intelectuales y farándula: Gary Cooper, Lana Turner, Hedy Lamar y John Wayner pasaron por sus 94 habitaciones.
Luego de su decadencia, que comenzó en la década del 60 y se extendió por veinte años, el Jerome renace. Y hoy combina lo nuevo y el recuerdo del pasado, que puede verse en los azulejos del piso de la entrada y en las habitaciones de casi 100 metros cuadrados con muebles de madera y baños inmensos.
A unos kilómetros de allí se ubica el hotel Viceroy Snowmass. Poco puede decirse sin quedarse corto: decorado como una residencia invernal en la base de la montaña, tiene siete pisos (cuatro hacia arriba y tres hacia abajo), 173 habitaciones, siempre con los hogares encendidos. Además, su sistema ski in-out permite salir de allí con las botas y los esquíes puestos.
DATOS UTILESCómo llegar
United vuela diariamente sin escalas de Buenos Aires a Washington D.C., desde donde conecta a la ciudad de Denver. Desde Denver, United Express ofrece 8 vuelos diarios al aeropuerto de Aspen. La tarifa de Buenos Aires a Aspen es de US$ 1106 más impuestos.
Para principiantes
El programa Beginner´s Magic se contrata por US$ 363 y consta de tres días de pases, clases y equipos. Si se quiere seguir por toda una semana, se pagan 125 por cada día restante.
Pases generales
Los lift tickets con compra anticipada por una semana cuestan US$ 378, unos módicos 54 por jornada, entre el 25 de noviembre y mediados de diciembre. El precio aumenta mucho del 24 de diciembre al 2 de enero (775), temporada alta, y baja sensiblemente en abril.
Paquetes
Para quedarse 14 días en Aspen se pueden comprar por anticipado los lift tickets para ocho días. Los seis días restantes, el pase es gratis. Excepciones: los mayores de 70 años esquían gratis, igual que los menores de hasta 6.
Alojamiento
En la mayoría de los hoteles de Aspen hay promociones de cinco noches por el precio de cuatro. Hay hoteles de lujo, como el Jerome y el Snowmass, con precios de hasta U$S 475 la noche, pero también condominios confortables por la mitad de ese valor.

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